El Viernes 05 de Febrero se cumplieron 54 años del suicido de Violeta Parra, librepensadora
(pese a su adherencia al comunismo),
recolectora de la profunda cultura Chilena y compositora del cancionero
popular más inquebrantable, la efeméride coincidió ironicamente con un negro momento para el arte errante. La
policía chilena, los carabineros, los pacos culiados, han vuelto a usar la
represión siguiendo la línea de gestión de un gobierno que más aire no le queda
para respirar, y asesinaron a vista y paciencia de un montón de transeúntes
a un artista callejero llamado Francisco Martínez Romero quien lejos de ser un mártir (además, aparentemente existían denuncias de violación en su contra, aunque mucho no he podido indagar),
es sólo otro nombre más a la larga lista de atropellos que esta institución carga. Los brotes de
impotencia y rabia frente a esto no se hicieron esperar, aunque obviamente esto no vienen sólo por el horrible hecho,
si no por un agotamiento a las innumerables faltas a la dignidad que carabineros ha sobrellevado en sus 93 años de historia, ahora más que nunca están surgiendo muchas voces pidiendo la abolición total de estas fuerzas que más que proteger ha terminado siendo servil a un sistema explotador.