Modas juveniles. Expresiones en que la identidad individual comienza a florecer anclándose siempre en algún manifiesto de comportamientos y marcas estéticas que nos ayuda a reconocernos y reunirnos con algún grupo de personas que estén experimentando la misma situación. Cuando yo era adolescente una de las modas más llamativas era ser emo y My Chemical Romance fue una especie de caballo de Troya al respecto, ya que irrumpieron en la escena capitaneando la popularidad mainstream de esta estetica, denostada por muchxs e incluso puesta en duda por cierto sector de la crítica musical como una simple jugada comercial del rock dosmilero para ser relevante, en sintesis mucha forma y poco fondo. ¿FUE TAN ASÍ? ¿MY CHEMICAL PUDO SUPERAR SU ETAPA GLORIOSA? ¿FUI ALGUNA VEZ UN EMO LLORON?
De flequillos largos y cortes en los brazos
Esto último me paso con My Chemical Romance, cuando iba al colegio escucharlos era un placer culpable, en gran parte porque odiaba la moda emo de ese entonces y no quería que me relacionasen con ella. La moda emo llamó la atención mediática por los aspectos negativos que se magnificaron de ella, ya saben: cortes en los brazos o suicidios adolescentes supuestamente inducidos por la música (una historia que venimos escuchando desde que la música es música). Hace muchos años cree un post dedicado expresamente a aquella moda de aquellos años y como MTV trato de capitalizar de alguna forma este sentir que pese a su desmesurado nivel mainstream, seguía siendo visto como "lo alternativo", pueden revisar esa entrada clickeando aquí.
La forma en que la moda emo irrumpió cuando yo era adolescente, me hizo de inmediato sentirme alejado de esa estética y esas maneras tan sosas de experimentar la realidad. No me interpelaba para nada y no es que no fuese un joven bueno para la depresión, simplemente me daba cringe ver a mis compañeros de colegio vestidos de esa forma y con el flequeillo tapándose la mitad del rostro, creyendo que por ello sus opiniones sobre el mundo ganaban profundidad. Pero también es cierto que yo era bastante elitista en cuanto a cuestiones de música y por aquellos años (como ya lo habré dicho mil veces) escuchaba el intrincado mundo musical de Mike Patton, por lo que algo tan superficial y comercial como la música emo no podía ser tomado en cuenta por mi corazón, pero realmente, era música que sí me gustaba. Bandas como Jimy Eat World, Sunny day real estate, Finch, Silverstein, Alexisonfire, eran bandas con un rotulo que variaba entre el hardcore melodico y el punk más accequible de una forma bastante inteligente.
Podría decirse que me libere de ese prejuicio estúpido cuando salí del colegio y ya no sentía obligaciones de construir mi identidad en base a modas y grupos, fue entonces cuando me enfoque en lo que sí me hacía vibrar (y sin ninguna culpa absurda asociada) la música. My Chemical es una banda que sin inventar la rueda, tienen ese algo que siempre me genero una juvenil emoción cada vez que los escuchaba, especialmente con este disco, incluso a mis treinta años sigo sintiendo esa vibra adolescente. Si bien es cierto la fama la alcanzaron con su segundo disco y luego ya explotarían su figura de rockstars con "The black parade" exprimiendo la moda del emo hasta el ridiculo y en cierto modo igualmente despidiéndose de aquel sonido agresivo y emocional que irrumpió en "Bullets" (como le llaman lxs fans cariñosamente a este, su primer trabajo)
Desde la primera vez que escuche este primer disco, me sorprendió mucho que el sonido se aleja bastante del pop-punk con el que se hicieron conocidos, el disco se acerca mucho más al sofocante pesimismo sonoro y brutal intensidad rabiosa de bandas como las mencionadas Sunny day real state, Alexisonfire e incluso por moemntos tecuerdan a The Smashing pumkins y hasta At the drive in. Todo eso, adherido a una cuota de dramatismo que me recuerda mucho a la forma de cantar esplendorosa y teatral de Hyde el vocalista de la banda japonesa L´arc en ciel (ojo, no estoy haciendo comparaciones, obviamente Hyde tiene más rango, pero acá la rabia se transmite de forma estupenda y qué más quiere un adolescente que eso)
Rabia y sentimiento
Cuenta la leyenda que Gerald Way, el vocalista de la banda, el día previo al comienzo de las grabaciones tuvo una intervención dentaria producto de un absceso, lo que le hacía sangrar su boca y hablar muy limitadamente debido a la molestia que le generaba. Incluso desistió de grabar, pero el jefe de la discográfica le dio un golpe en la cara y lo obligo a volver al estudio, según el productor del disco, Geoff Rickly, este hecho provoco que Way cantase de una forma iracunda, enrabiado con mucha bronca. Lo que a efectos prácticos hizo que el disco tuviese ese push de energía necesario. El estilo de canto de Way bamboleaba entre el llanto, la energía, el lamento, la rabia y el descontrol, en este disco muestra su lado más prístino, a diferencia de siguientes entregas en donde se serviría de otros recursos técnicos y tecnológicos para llevar adelante su canto. Quizás ese simple elemento eleva a este disco a un clásico de culto, ya que sin ser un vocalista muy dotado, su interpretación y la forma de transmitir las emociones asfixiantes de manera tan orgánica, en este trabajo están a un 110%. El concepto de este disco va sobre la historia de una pareja de amantes y asesinos en serie que tras numerosos crímenes terminan muriendo en el desierto, bastante similar al caso real de la pareja Mexicana Raymond Fernández y Martha Beck. Y las letras consiguen desplegar algo más de poética ya que están inspiradas en varios cuentos que Way escribio durante su adolescencia, como bien sabemos, la carrera de escritor de Way siguió por buen camino gracias a los comics de The Umbrella academy.
Aunque el estilo musical se podría denominar como algo más cercano al post hardcore de la época que al emo que fue popularizado en años posteriores, para muchxs este disco no cumple con el sello de calidad comercial necesario, no tiene grandes HITS ni ganchos comerciales muy elaborados, incluso el productor ha sentenciado en alguna entrevista que al menos la mitad de las canciones son buenas y las otras no, cosa que la mayoría de la fanaticada del grupo no comparte al considerar este trabajo como el mejor de la banda. Así mismo la juventud e inexperiencia de sus integrantes pareció jugarles a su favor para dotar de esa energía tan espontanea, por ejemplo, Mike Way apenas había aprendido a tocar el bajo por lo que su intervención en el disco aunque suele escucharse bastante acotada, resulta satisfactoria, según el bajista, toco desde el corazón, de la forma en que le salía la música, pese a su nerviosismo. Con respecto al dúo de guitarras, Ray Toro es bastante más técnico y algo virtuoso en el empleo del instrumento y consigue darle un toque más "profesional" lo que contrasta con Frank Lero de estilo mucho más visceral, aunque igualmente, esta combinación resultaría bastante acertada y de algún modo aquella dinámica se vería cada vez más reforzada en los siguientes trabajos. Respecto a la participación del baterista, Matt Pelissier, aunque el mismo productor le aconsejo a la banda cambiarlo, creo que su trabajo en este disco es muy destacada, otorgándole ese toque de batería hardcore que en las siguientes entregas se perdería.
El viaje comienza con la instrumental Romance en la que Ray Toro se despacha una composición de aires españoles tras el sonido del dial de una radio intentando sintonizar. La rabia y desesperanza arranca con Honey, this mirror isn't big enough for the two of us donde Way exorciza sus demonios relacionados con el abuso de alcohol y drogas. Es una canción violenta, pero que se permite momentos de respiro melodiosos que sorprendentemente tienen un aire cercano al semblante de The Smiths, otra banda que Way tributa cuando puede. Vampires will never hurt you corresponde al primer single del disco (que sólo tuvo dos) y es donde la batería tiene mejor ímpetu, además de mantener un ambiente oscuro, intenso y constantemente opresivo, sin duda, la canción más emo del disco. algo más de esperanza, al menos en el ritmo y los acordes, se puede escuchar en Drowning Lessons cuyos acordes más pop emparentan a la banda con el sonido de The Used, grupo con el que entablarían una larga amistad.
Our lady of Sorrow, es otro gran momento del disco, una canción mucho más hardcore en su estilo, incluso con ciertas reminiscencias al heavy metal (Toro es fanatico de Iron Maiden y en esta canción trato de estampar esa influencia) este tema es el favorito de muchxs e incluso es uno de los pocos que la banda rescata para interpretar en vivo (de hecho en su reunión a fines del año 2019, este fue el único tema que tocaron de "Bullets") y aunque la canción es rabiosa, violenta, digna de un infernal pogo, su letra es mucho más motivacional de lo que se esperaría ya que habla acerca de la amistad y saber apreciar la buena compañia. Headfirst for halos, vuelve con aires un poco más rimbombantes, con una linea de guitarra que recuerda un poco más a Brian May, cosa que no estaría muy alejada de la realidad ya que para su premiado "The black parade" Queen fue una influencia constante, no obstante, es curioso notar como esa influencia ya venía asomándose de antes y conseguía una mucho mejor combinación con ese estilo de punk o hardcore alternativo a comienzos del milenio.
Skylines and Turnstiles otro gran punto del disco, tema rápido, con quiebres que irradian fuerte emocionalidad y una vibra enérgica que escucharíamos en otras bandas emos posteriores, la letra esta inspirada en los atentados del 11 de Septiembre en EE.UU. Early Sunsets Over explota al completo la influencia de Morrisey y The Smiths, una balada que va adquiriendo un tono más enérgico mediante transcurre, con una guitarra maravillosa y una batería bastante hábil, ese teclado de fondo le da un aire melancólico. This is the best day ever y Cubicles no consiguen destacar mucho, pero siento que son grandes temas muy infravalorados, el primero de una vibra punk muy noventera y en Cubicles se puede sentir ciertos riff emos que luego ya tendrían marca registrada. Pero el gran final llega con Demolition Lovers un tema que sube y baja en intensidad, arranca lento, como una balada de desamor para ir adquiriendo un tono mucho más desesperanzador y violento, con un Gerard Way al tope de su rabia
Este disco fue una sorpresa muy grata la primera vez que lo escuche, es ese típico primer trabajo prometedor que da luces sobre un estilo determinado que parece encontrar sus voceros indicados. Se siente una constante aura juvenil y rabiosa que le va dando a la música una energía agradable y explosiva de escuchar. Siento, al mismo tiempo, que es un disco con un exquisito matiz underground para la que luego sería una carrera mucho más comercial y - digámoslo abiertamente - un poco menos sincera, una lastima que la banda haya virado a derroteros tan opuestos en sus últimos momentos, pero el contexto, la juventud y la inexperiencia de Gerald y compañía me hacen pensar que este trabajo es de esas cosas casi únicas que se dan por un conjunto de factores al momento de su producción, en fin, para cuando queramos sentirnos viejos, aquí esta un disco relevante para lxs millenials.-
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