100 Discos para mis treinta: #23 Sade - Love Deluxe (1992)

Volviendo a aquellos ejemplos musicales que resuenan en mi más temprana infancia por influencia directa de mis padres (así como pasó con el disco de Carole King) no puedo obviar, por fuera de tanta música que llegó a mis inocentes oídos durante esos años, que este disco en particular perduró mucho en el soundtrack de la casa y casi de rebote siguió siendo una música que continúe reproduciendo para quehaceres domésticos. Tal vez por su magnetismo, su sensualidad, su exotismo o su suave e irresistible soul que aliviana las pasiones es que  Sade fue una voz que me ha seguido acompañando, especialmente con este disco lleno de hitazos.

100 Discos para mis treinta: #24 Sewerslvt - skitzofrenia simulation (2021)

 

Luego del ataque nostálgico-amoroso que significó el puesto anterior, tampoco quiero quedarme pegado en el pasado, especialmente porque constantemente escucho música nueva que me deslumbra. Dejar en este lugar un disco lanzado este año es antojadizo, pero esta lista siempre ha tenido un impulso caprichoso, además, este disco me parece dueño de un estilo de música totalmente sinestesico que al escucharlo propone muchas imágenes a la cabeza las cuales agarran su propia forma, algo muy similar a lo que ocurré con los trabajos de Fantomas o Igloogosht.

“Un buen día” La risa frente a la incertidumbre

 

Que algunas películas “malas” se vuelvan de culto obedece a una curiosa afición humana por reconocer en lo extremadamente desprolijo, una cierta  dicha caótica. Inevitablemente suelen ser “benditos accidentes” los que generan que algunos desaciertos se conviertan, de pronto, en cúspide y obra maestra del fracaso.