Volver a Cortázar para
todo amante de la literatura es algo obligatorio. El cronopio experimentó una
fórmula de escritura tan sofisticada y a la vez tan cambiante que sus cuentos
siempre traen sorpresas. Personalmente empecé leyéndolo a los 15 años y fue mi
disparador para querer ser escritor (y vivir de eso algún día, por supuesto)
luego me compre los tomos compilatorios de la editorial debolsillo que traía
todos sus cuentos o eso creo, la cosa es que cada verano siempre repaso esos
textos porque se han convertido en un fetiche, una entretención personal de la
que no espero nada más que cosas agradables. Siempre encuentro algo nuevo en
ellos, como pasa con todo buen texto, y también a través de esas lecturas voy
transformando mi relación con el escritor. Cuando chico Cortázar era
básicamente mi ídolo literario (aunque le doy vuelta y digo, y si no era él
quién…¿Neruda? Pff) pero después algo pasa que uno siempre tiene ganas de matar
a sus dioses y el leucémico en un momento determinado me empezó a producir
agotamiento, nunca rechazo, es más cuando las redes sociales explotaron su
faceta más cursilona yo me sentía bien de saber que ahora Cortázar sí podía ser
mi capricho, mi placer culpable, me daba lo mismo esos deshilachados “Toco tu
boca”; “Andábamos buscándonos sin saberlo”; “No haremos el amor, él nos hará”
bah, todas esa frases románticas que pululaban en internet en imágenes con
fondos de películas tristes y escritas con fuente de comic sans color rojo,
frases que suenan tan poco frescas hoy en día, pero que en un mundo cínico eran
mi resguardo, mi cojín. Luego el ciclo continua, vuelvo a amar a Cortázar, me
aburre, lo dejo, lo tiro por la ventana, le ruego que vuelva a mi vida, me
sorprende (siempre logra sorprenderme por la mierda) y nada, es para mí el
mejor escritor de Latinoamérica, sorry Bolaño, sorry Borges, pero es cierto,
por lo menos para mí lo es.
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lunes, 9 de enero de 2017
jueves, 1 de septiembre de 2016
¿Se está derechizando Sudamérica?
Dilma Rousseff fue
destituida de la presidencia por medio de una sesión extraordinaria que muchos
tildan de improcedente, anti ética y absolutamente golpista. Es un proceso
oscuro que venía dándose desde Mayo y que acentúa quizás un problema mayor
dentro del continente ¿Se está confinando el izquierdismo en Sudamérica? Tal
vez podemos ir más lejos y mirar el Brexit como un síntoma de derechización
social que determina los designios globales de las principales potencias económicas.
Incluso Estados Unidos, un país que parece satanizar el socialismo se ha
superado en su fascismo por primera vez en muchos años al transparentar
oficialmente a Donald Trump como uno de sus candidatos presidenciales firmes,
algo que hace sólo dos años atrás hubiese sido un mal chiste. Podemos no pudo en España y México está
encerrado en una endogamia económica y política que no da aires nuevos al PRI
ni a nadie. Quizás el mundo entero gira hoy más que nunca hacía la derecha y no nos dimos cuenta cómo pasó,
aunque tampoco puedo generalizar, además la derecha seguirá siendo fascista y
violenta, pero hoy ha cambiado las botas por la manipulación mediática, la
corrupción y la plutocracia, tácticas
más sutiles, pero igual de efectivas, quizás sea una derecha que exuda menos
nacionalismo que lo mismos líderes de
izquierda quienes quedan poco a poco más arrinconados en el mapa político.
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