viernes, 20 de agosto de 2021

100 Discos para mis treinta: #29 Fulano – En el Bunker (1989)


 
No me considero un gran profundizador en cuanto a la música Chilena. Es decir, muchas bandas o artistas que las enciclopedias de la música Chilena te dirán son invaluables para la tradición (incluso Latinoamericana) como Inti Illimani o Congreso, nunca me han atraído demasiado, pese a que obviamente hay muchas canciones que puedo disfrutar de esas agrupaciones las cuales de una u otra forma le dieron alma a la idiosincrasia popular...Por otro lado esta Fulano, una rara avis dentro del panorama de grupos que comúnmente son relegados a un segundo plano, cuando es Fulano una de las primeras bandas que supo desde una música  académica, darle color y gracia a la escena local.


Eclecticismo anti hegemónico
 

 

Fulano es una banda que fusiona elementos del rock y jazz con mucho sarcasmo e ironía tanto en sus letras como en sus conceptos. De alguna manera la presencia de Fulano en la música Chilena - aunque nunca consiguió explotar en un éxito rotundo - a nivel independiente siempre tuvo un importante nivel de respeto de sus pares, aunque en principio eran más tomados como una banda parodia...¿parodia a qué? a otros grupos de estilo similar como Congreso quienes sí tienen una perspectiva menos lúdica del arte y la música.  

Fulano comenzó sus andanzas en el año 1984 de las cenizas del grupo de jazz-rock Santiago del Nuevo Extremo: Jorge Campos al bajo, Cristián Crisosto en saxo y flauta, Jaime Vivanco a los teclados, Willy Valenzuela en batería, además de Arlette Jequier como vocalista y clarinete y Jaime Vásquez también ocupando saxo y flauta Esta suma de talentos le dieron a la agrupación un carácter hibrido e incorruptible, tanto en su primera etapa (de 1983 a 2003) siendo críticos contra la dictadura de Pinochet y luego con la transición democrática. El grupo se posicionó como una de las bandas más influyentes de la fusión rock/jazz Latinoamericana.  Pese a este reconocimiento, el grupo siempre se mantuvo alejado de los medios de comunicación. Su carácter más bien de perfil bajo aunque dentro de la gama de músicos que han pasado por Chile, no cabe duda que han influenciado enormemente a la escena.
 
 
Las influencias de Fulano, de algún modo asientan este modo tan lúdico de entender el jazz, principalmente gracias a exponentes como Frank Zappa, Miles Davis, Hermeto Pascoal e incluso Magma, lo que acerca a Fulano a la tradición del rock in oposition que luego bandas como Akineton Retard (de quienes ya hable por aquí) y Mostro forman parte. Aún así, pese al carácter multi instrumentista del grupo y la versatilidad vocal de la cantante Arlette, el mismo grupo no se han identificado dentro del genero del jazz, sino, simplemente como un grupo de fusión, catalogado por algunos críticos como "Eclecticismo anti-hegemonico" ya que en Fulano también podemos encontrar un poco de punk, de rap, de funk, ¡de pop casi radial! Es tan intensa la mezcla musical que propone la banda que cada disco tiene una identidad muy marcada, pero la construcción o mejor dicho, madurez de una propuesta más representativa aparece con este disco doble, el cual sería uno de los primeros discos dobles editados en Chile.

Luego del debut en 1986 Fulano consiguió llamar la atención no sólo de un publico de músicos, sino, quizás por el carácter medio sardónico de sus letras y la ironía juguetona en su sonido, el gusto de grandes y pequeñxs. Consiguiendo un veranito de San Juan al captar la atención más mediática a fines de los ochenta y principios de los noventa. Atención que no parece haberles hecho mucha gracia, ya que decidirían luego de su tercer disco "El infierno de los payasos" no volver a lanzar más videoclips o singles, es decir, no regirse bajo las reglas obtusas del mercado de la música. Así continuaría la banda, dándole mayor profundidad a la leyenda y continuando su extraña carrera dentro de un mercado musical que cada vez se dejaba acomodar frente a las modas foráneas. Lamentablemente todo cambio en 2003 con la muerte del tecladista Jaime Vivanco, lo que obligatoriamente llevaría a un primer cierre en las actividades del grupo, dejando solamente proyectos alternos de sus integrantes en carrera.

En 2009 la banda decide reunirse para un concierto especial que celebraba sus 25 años, la energía de ese concierto fue tan certera que la banda decidió continuar con su carrera y en buena hora. Al año siguiente la banda dio pie a una serie de presentaciones, incluso telonearon a Faith No More por pedido del propio Mike Patton, ya que cuenta la leyenda que en 1991 cuando la banda estadounidense visito Viña del Mar, Patton compró (o le regalaron más probablemente) un disco de Fulano, aparentemente el que revisaremos ahora. Según dicen, la música locuaz del conjunto fue la idea que le cerro la cabeza a Patton para llevar adelante el concepto definitivo del primer disco de Mr Bungle. Es sólo un mito, pero lo que sí ha sido confirmado y muchas veces por parte del mismo vocalista es que Fulano siempre fue una banda Chilena que le explotó la cabeza la primera vez que la escuchó y si esa primera vez que la escuchó se trato nada más ni nada menos que con el disco "En el Bunker" pues vale la pena echarle una somera escuchada.

Música Inaudita
 

 

La mezcla de FULANO para el momento que fue publicado "En el Bunker" llamaba bastante la atención por esos toques de jazz a una música que estaba más cercana al rock desequilibrado. Hoy en día el disco es tomado como un clásico de la música Chilena, aunque su misma originalidad e innovación han terminado convirtiendolo en una joya tan reluciente que puede llegar a cegar. El arranque solemne y abrasivo de "La Historia no me convence, sólo me atraganta" pueden hacernos sospechar de que es un disco de jazz conceptual con aires pretensiosos. Un tema de diez minutos con una intro realmente fumada no dejan mucho a la imaginación, pero tras los sutiles teclados de Vivanco y las vocalizaciones casi hinduistas de Jequier, van dotando de un aura mística que pronto vuelva a una locura que resuena en algún grado a la música balcánica, a Emir Kusturica, pero con una dosis de adrenalina desopilante. De aquí se puede ver la influencia directa a otra banda chilena algo olvidada por la memoria colectiva, La Mano Ajena. 

"Perro chico malo" Jequier realiza un scat - una improvisación vocal con puro ruidos - que mantiene esa esencia de grupo desquiciado, aunque luego el jazz más de salón inunda todo el sonido mediante un bajo increíble, totalmente rápido, técnico, que sigue la mejor tradición más convencional de la misma CONGRESO por ejemplo. En la risible "Nena no te vayas a Chimbarongo, no te vayas hoy, ándate mañana" la banda ejecuta con humor un rock/jazz que luego sería revitalizado por bandas como AKINETON RETARD, al menos en sus primeros trabajos, el tema a los pocos minutos progresa y le da pie a un intenso y reluciente solo de batería, mientras los vientos le dan un toque a lo Big Bang que retrotrae cierta impronta aunque siempre con algo de ironía, especialmente cuando las voces masculinas canturrean de manera absurda la frase "Nena no te vayas, nena no te vayas" convirtiendo la canción en una pieza alegre y graciosa.

La canción que le da nombre al disco es mucho más cinematográfica, arrancando con sonidos de golpes cerrando puertas, un lejano y fantasmagórico tocadiscos, ruidos de una llave de agua corriendo y alguien canturreando un sonido inexplicable para luego entrar en una experimentación de sonidos claustrofóbicos y de suspenso. El tema refleja de manera bastante grafica la sensación de encierro y es imposible no relacionar la temática de este tema con el (aparente) fin de la Dictadura. Esto no ha sido nunca confirmado y pocas veces se han hecho referencias al respecto, pero en cuanto a lo estrictamente musical, es uno de los temas más inquietantes del disco y que sigue la faceta más  advant garde de compositores como Morricone o Carl Starling. Le sigue la breve, pero apacible "Buhardillas" que mantiene ese toque cinematográfica al sostener ruidos de niños jugando a lo lejos mientras un tranquilo piano desliza las notas en conjunto a la flauta y clarinete, un total contraste con el tema anterior y que refuerza mi idea de que a grandes rasgos era una pequeña referencia al periodo politico que encaraba el país durante ese año.
 

 

"Rap-Rock" es un ingenio adelantado a su época, o por lo menos muy lejano a cualquier cosa que haya aparecido en Chile hasta ese momento. Tal como lo dice el nombre del tema, se trata de un juego que intenta emular el rapeo en conjunto a una música mucho más rítmica. El componente más rokero, termina sonando mucho más Funk,  aún así, suena bastante a Primus, una de las mejores canciones del disco. El sentido del humor del grupo vuelve a aparecer con un breve interludio de fanfarria llamado "En este momento Ud. se encuentra en el medio del disco" simpático detalle. La psicodelia aparece con otro gran momento "Buscando Peyotl" una amable composicion en la que la batería repite un beat muy marcado a medida que el resto de la banda va siguiendo ese paso, con un momento en solitario para que puedan explayarse. Es un tema relajante, pero sobre todo de esos que impulsan cierto aire reflexivo. "Gran Restrictor ten piedad (de nosotros)" vuelve a tematizar sobre la Dictadura, especialmente su parte más oscura referida a las torturas, el tema arranca con un montón de ruidos, gritos que lentamente le van dando el pase a lo que parece una entrada circense, algo que indudablemente recuerda a "DEAD GONE" de Mr. Bungle, lo que acrecienta la idea de que Patton alguna influencia tomo de Fulano. Voces liricas, así como de ultratumba, el canto encierra un mensaje de denuncia, pero de la forma en que solía hacerlo Jorge González, mediante la satira.
 

 

Uno de los hits de este disco, es "Adolfo y Benito, Augusto y Toribio" que arranca con una linea de bajo slapeado que inunda a la canción de fuerza e incluso algo de rabia, ni siquiera la versión de Sinergia, mucho más rápida y dura, puede opacar la genialidad y la adrenalina que este tema reluce. "Honor, Decencia, Dignidad, Moral y Patria" en principio no parece relucir mucho ya que se trata de otro tema de jazz muy de salón, y aunque no hay quejas por su ejecución, no logra activar mucho mi atención durante los primeros minutos ya que es, nada, jazz muy improvisado y virtuoso, pero todo cambia abruptamente después del minuto tres una voz sombría recita un tétrico mantra que es acompañado de pura improvisación que le da al tema un ambiente deformado y onírico, para luego ir poco a poco retomando su energia inicial, ese giro fue lo que me convenció de apreciar de mejor manera el tema, es totalmente impredecible y a la larga no queda como algo tan colgado sino que obedece a una estructura interna del tema. "Sentimental Blues" propone un momento más intimo y solemne en la preciosa y desgarrada interpretación de Jequier. El final es a lo grande con "El Dar del Cuerpo" en donde el saxo vuelve a tener protagonismo acompañando a una banda muy progresiva para dar paso a la parte cantada en donde una estrofa sintetiza un poco la idea que sobrevuela este disco: "Quisiera ver el horizonte, quisiera estar en libertad, no aguanto más los uniformes"  
 
 


Fulano es una banda que sorprende por su originalidad, cada disco es una aventura, pero posiblemente En el Bunker, es donde con mayor maestría le dan una vuelta al concepto músical que buscan entregar. Las voces de Jequier son increíbles, se amoldan a cada sensación que la melodía pide, así mismo la bateria y el bajo con tanta presencia y personalidad son armas invaluables para entender la importancia artistica que la banda consigue incluso más allá de lo meramente musical. No será el disco más representativo de Chile, pero sin duda es uno del que podemos enorgullecernos enormemente (y ojala se fomente más).

No hay comentarios:

Publicar un comentario