Desde que empece a leer sobre Feminismo hace un par de años siempre he sentido que la corriente del Feminismo prosexo me hace mucho sentido y básicamente la reivindico frente a un mundo extremadamente moralista. No es una corriente perfecta y hay un montón de cosas que vale la pena señalar críticamente, pero considero que el derecho a elegir un trabajo y sacar ventaja de tu cuerpo no puede ser algo controlado por estamentos externos de corte victoriana. También aunque sea de perogrullo para muchxs, vale recalcar que trabajo sexual no equivale a trata. Por lo mismo me atrevo (y creo que me ganaré algún odio pasajero) a plantear esta historia satírica que bordea un poco esta cuestión, criticando la postura feminista radical, especialmente un día como hoy cuando gracias a la presión de grupos religiosos (y de justamente feministas radicales) la pagina Onlyfans censurará cualquier cuenta que venda fotografías eróticas, cagandose así en el sustento de muchxs trabajadores sexuales independientes que han conseguido cierta estabilidad financiera en medio de esta crisis global. SIEMPRE CON LXS PUTXS, compartan contactos que ofrezcan contenido erótico, contraten trabajadoras sexuales, lean testimonios de primera mano, conversen de esto con sus parejas, normalicen más esta cuestión y sobre todo respeten a quien comercializa con su trabajo sexual, es un trabajo y el más antiguo de la historia de la humanidad y a mi parecer mil veces más honesto que el de ser policía.
TU AMOR NO ES $UFICIENTE
La novia descubrió, de pronto, que su novio estuvo con una prostituta, que pagó por sexo. Lo descubrió trajinando en su teléfono mientras buscaba el número de una pizzería. Ella se enoja, lo encara furibunda, le duele que haya hecho eso, sobre todo porque ese mismo día ya se habían visto. El novio le explica que eso no fue planeado, que lo lamenta mucho, pero que ya le habían agendado ese día, que no podía hacer nada para cambiarlo. La novia se enoja al darse cuenta que el novio hace rato tenía planeado realizar su cometido. Se siente poca cosa, en un arrebato le grita que cómo “¡te podes meter con una puta!” el novio avergonzado le trata de explicar que tenía curiosidad y quería ver qué se sentía ser atendido por una, que simplemente nació como un caprichito que se quiso dar, entonó esa palabra - caprichito - de un modo pueril y luego, con algo de coraje le recordó a su novia que mantienen una relación abierta y que no tiene nada de malo consultar con una profesional de esa área. Pero a la novia no le caben ninguna de esas explicaciones por lo que con mucho enfado y desilusión, al borde de la pena, aunque totalmente decidida, le dice que desde ese día ella le cobrará por sexo, para que sepa valorar lo que tiene.
El novio entro en conmoción al escuchar eso, pero al notar que las cosas siguieron su curso dentro de toda normalidad aceptó el comentario como una simple rabieta de niña chica, pensó que era algo muy propio de las mujeres. Procuro portarse bien de ahí en más y no andar fantaseando con nadie que no sea su novia, cosa que evidentemente no le era posible. Y un día, luego de que hubiesen pasado dos semanas del hecho, intento coger con su novia quien, aunque le permitió un par de besos y toqueteos, de pronto lo frenó y cambio su semblante de manera casi automática “Si queres seguir son 6000 pesos” el novio creyó que era una broma e incluso le siguió el juego, “te los pago cuando termine”; “Pago por adelantado” exigió ella pétrea como una estatua egipcia. El novio sorprendido, pero aún ingenuo de la actuación, decidió pagarle en billetes lo que le pedía, ella los contó rápidamente y una vez conforme la transacción prosiguieron el acto: Ejerció una jugosa felación que adormeció de placer todos los músculos del novio, ella domino totalmente la situación y le hizo acabar copiosa y febrilmente dos veces como nunca antes. Le había hecho el mejor sexo, con una seguridad y aplome inaudito. El la miró hipnotizado y ella le sonrió, perdiendo en un parpadeo su pose gloriosa, se abrazaron tiernamente y estuvieron unos momentos en completo relajo.
Lo que algunxs deben estar pensando de mí en este momento |
Confundido – en realidad en un constante mareo producto de la mezcla de sensaciones – el novio acudió a sus amigos y les confesó la situación en la que se encontraba, sus amigos se burlaron de él y no tardaron en propagar el chisme que luego llegó a sus respectivas novias y algunas no lo podían si quiera considerar como una broma. Juzgaban la situación como lamentable, patética y humillante, pero unas pocas novias no pensaron tan así, o quizás en un principio sí, pero luego le dieron más vueltas al asunto y le encontraron razón a la novia, ¿qué tenía de malo alquilarles su actividad sexual a sus parejas? Muchas lo pensaron en un primer momento como un sinsentido, pero el sinsentido se volvió algo mucho más serio cuando una de las novias aseguró que había comenzado a exigirle a su respectivo novio una cuota cada vez que cogían...y también a su amante, quien, pese a que pudo decirle que no, aceptó risueño la oferta. Esa novia se estaba haciendo de mucho dinero, entonces algunas de las chicas consideraron la opción de seguir sus pasos.
Dos posturas feministas frente al trabajo sexual |
En realidad, después que algunas novias le dieran muchas vueltas, el asunto no parecía tener nada de ridículo. Por un lado, muchas de ellas no les tornaba gran esfuerzo disociar los sentimientos de mayor afecto de los impulsos más sexuales, incluso con sus novios podían mantener esa capacidad. Por otro lado, si bien es cierto que muchas de ellas querían a sus novios, la verdad es que odiaban el sexo que éstos les daban: una sacudida aburrida, sin tacto, muchas veces brusca y especialmente monótona, nada de lúdica ni emocionante. Por lo que generalmente solían fingir orgasmos, incluso para algunas terminaba siendo más excitante el hecho de ver hasta qué punto sus exagerados gemidos eran creíbles para sus respectivos novios.
Las novias que cobraban, poco a poco empezaron a tener notoriedad publica, se hicieron reportajes para revistas cool y pogres sobre esta tendencia y muchas de ellas mostraban sin tapujo sus estilos de vida en las redes sociales convirtiéndose en importantes influencers juveniles, daban consejos sobre sus experiencias en pareja y como saber llevar adecuadamente las riendas de una relación. Se armó una red de contactos extensa, muchas mujeres empezaron a empatizar con la idea y un poco involuntariamente se creó un movimiento que tenía hasta su propio hashtag dentro de la virtualidad #tuamornoe$uficiente.
Algunas novias también vendían packs con sus fotos eróticas, algunas directamente le vendían esos packs a terceros que no eran sus novios oficiales. El dinero, el dinero se movía como olas irancudas en una tormentosa tarde en un puerto, si bien es cierto que no todas tenían éxito en su camino, la mayoría parecía estar viviendo un gran momento y muchos de los novios, a regañadientes, iban aceptando esta nueva realidad en la que no sabían cómo salir. Fuera de todo esto, también había algunas que buscaron teñir la estrategia de un sentido crítico. Algunas tomaron relevancia como ideólogas de una especie de tuamornoessuficientismo en donde la profundidad de cada una de las experiencias encontraba su sentido más intelectual mediante el estudio de ciertas antropólogas feministas que abogaban por un estado matriarcal.
Otro día en el trabajo mientras el chulo mira desde la esquina |
Con los años el movimiento fue creciendo y no todas eran novias, es más, a algunas la idea de la sexualidad les aterraba un poco o por lo menos no les atraía lo suficiente como para recordar los motivos iniciales del movimiento. De pronto ya con todas las aguas revueltas un grupo que se autoproclamó con la vocería oficial del tuamornoessuficientismo propagó y viralizó un decálogo de posturas frente al mundo respecto a la idea central que define lo que se es ser mujer, que no se llega, se nace:
Primera, una mujer es una mujer por su órgano sexual, el cual le brinda la distinción única y posible.
Segunda, una mujer tiene la capacidad de dar a luz por lo que siempre será un ser invaluable para el ecosistema terrestre. Esto bien lo sabe el capitalismo y por ende el patriarcado quienes usufructúan de nuestros cuerpos como fábricas de producción masivas. Abrazamos la vida, pero no la crueldad. Le diremos que no a toda acción que no sea consentida por nosotras.
Tercera, una mujer no puede poner precio a su vida porque como ya dijimos en el punto anterior, es invaluable y dadora de luz. Poner precio a nuestra vida es además entrar en el terreno del capitalismo y si aceptamos que todo puede apostarse en ese vil escenario, entonces, el mercado de órganos ilegales no esta lejos de ser cada vez más tolerado. Debemos mantener cierto estándar de dignidad a nuestro genero y a la humanidad en general.
Cuarta, una mujer puede manifestar tristeza sin ser considerada una histérica. Puede ser maliciosa sin que sea considerada una mala persona. Puede ser cruel siempre que no le haga daño a nadie. Puede ser temerosa, puede ser cariñosa, puede ser buena ama de casa así como la más férrea policía de la ciudad. En definitiva, una mujer no debe temer nunca expresar sus emociones sean del tono que sean, ¡ya no nos vamos a reprimir más!
Quinta, una mujer puede amar a otra mujer. Este binomio establece que el amor sobrepasa la necesidad de deseo sexual masculino, por tanto las lesbianas son nuestra referencia. Aún así, la vieja costumbre de rentar el cuerpo para el ejercicio sexual no puede llevarse a cabo en estas circunstancias ya que sería contradecir el sentimiento más importante que tiene el ser humano, el sentimiento del amor.
Sexta, una mujer puede cobrar por su cuerpo, siempre que lo necesite y entienda que resulta en un ejercicio vicioso y saturante a largo plazo. No queremos desanimar a nadie, pero las experiencias de las chicas que han decidido rentar su cuerpo siempre han terminado en severos traumas. Por tanto, aconsejamos estar súper seguras de realizar este paso en la vida junto a tu pareja (que como dijimos en el párrafo anterior deben ser únicamente heterosexuales) Ojala lo hagas con alguna pareja de corto aliento, de esas que no te amarran tanto y sólo buscas para pasarla bien. La decisión es tuya, pero primero infórmate.
Séptima, una mujer tendrá siempre la dicha de ser madre y de criar las esperanzas para un mundo mejor en el que este capitalismo capacitista, racista, sexista, homófobo y enraizadamente patriarcal no debe tener más lugar. Por ello la operación de intercambiar servicios sexuales por dinero no es recomendable ya que sirve y se alinea en completa armonía con aquel sistema social y económico de mierda. Y eso además, no es un buen ejemplo para los niños.
Octava, una mujer puede enamorarse de un hombre, pero nunca idealizarlo. Enamorarse es convertirse en su compañera, su igual, aquella que le guarde sus secretos y lo acompañe en su camino. El hombre siempre será el enemigo, pero algunos pueden ser nuestros aliados y ellos merecen nuestros cuidados y afectos, como los varones deconstruidos ideales que son.
Novena, una mujer es dueña de la intuición, por tanto, siempre sabrá percibir el peligro y las energías del ambiente, las vibraciones internas, escuchar nuestros pensamientos, la conexión con los chakras y el conectarse a la Pachamama. Estas caracteristicas también deben ser consideradas como parte de nuestra identidad de género, no debemos avergonzarnos de nuestro poder para sentir, canalizar y transmitir estas energías.
Decima, una mujer es mágica y por ello su energía sexual es única y valiosa, no puede tener precio ya que eso va manchando el aura de nuestro útero, aquel elemento sagrado con el que damos vida y por ende sentido a nuestra existencia como herederas de una esperanza que se le negó a nuestras antepasadas. ¡Nosotras somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar!
Evidentemente bajo este conjunto de ideas una mujer no podía permitirse pensar en ser prostituta. Molly, una trabajadora sexual que a diario recibía mensajes de odio de las tuamornoesuficientismo decidió contratacar furiosa y agotada del acoso constante a su vida. Publico una carta virtual que tuvo poca difusión, pero que luego cobraría sentido para que al menos un pequeño cisma en el movimiento se produjiese:
“Hasta cuándo van a seguir molestando. Ayer fue la quinta vez que encontré las ventanas de mi depa rotas, por la noche tocan el portero a todo momento, me tienen histérica. En el edificio siempre han sabido que soy puta y no les importa, pero es una mierda ver cada tanto rayados del tipo “tus clientes algún día te van a matar”; “aliada al enemigo”; “Criatura de satán” El otro día hablando con Turi, una amiga trans trabajadora sexual que también ha padecido el ataque de estas locas, decidimos que lo mejor era abandonar toda esta mierda, pero en este momento muchas más opciones no tenemos. Ya trabajé y tuve horribles experiencias como mesera, ayudante de cocina y promotora. Ni siquiera es que gano mucho como puta, me da para vivir y apenas hacer la mía. Sí he conseguido algunas armas para mis proyectos, desarrollar una que otra idea, pero eso también es gracias a mis amigxs, que siempre han sido mi manada en la que al menos podía soportar esta mierda de vida. Pero muchxs de esa manada ya no están por diferentes razones. Estoy mal. Hace meses que no ando pudiendo facturar bien, algunas de estas desquiciadas han llegado a amenazar a uno de mis clientes favoritos.
Turi apenas hace equilibrio financiero para pagarse sus estudios de cosmética e inglés. Las odiosas esas han tenido una actitud perversa con mi amiga, le han entrado a su habitación y desordenado todo, destruido la computadora, incluso la han atacada en la calle. Turi sabe que hay rencillas acumuladas desde hace años, pero realmente ahora tiene miedo y al igual que yo, esta desesperada. SI ESTE ACOSO NO ACABA NOS VAMOS A PEGAR UN TIRO Y LAS RESPONSABLE SERÁN SOLO ELLAS.”
El tiempo pasó y mucho nada cambio, las trabajadoras sexuales se pegaron un tiro y un pequeño debate se armó, pero ya todo estaba completamente difuminado e incluso habían muchos varones homosexuales y no tan homosexuales que militaban en las filas de esta ideología y que ahora se proponía llevar adelante un partido político fundado en las principales ideologías liberales y de feminismo blanco. Lo de liberal iba más por lo capitalista y es que el partido al ser tan grande e influyente tenía mucha gente involucrada en el movimiento de grupos empresariales que empezaron a impulsar campañas políticas, a veces con tácticas muy sucias y otras con un fin escuetamente más noble. En algún punto de la historia este partido tuvo tanto peso dentro de la democracia de su país que llegó a proponer un candidato, varón, cis, heterosexual, blanco, al poder.
El candidato varón, cis, heterosexual, blanco, parecía buena onda, se mostraba progresista en ideas referidas al consumo de drogas de manera recreativa, mostraba exagerados signos de respeto frente a las minorías, aunque a la gente trans nunca les visitaba. El candidato varón, cis, heterosexual, blanco era contundente en sus mensajes, aceptaba el cambio climático y promovía una agenda que impulsaba el cuidado medioambiental…de la mano de experimentadas empresas y multinacionales extranjeras. Bueno, esa última parte la omitían o la decía muy entrelineas cuando se le consultaba.
El candidato varón, cis, heterosexual, blanco se convirtió luego de un par de intentos en el presidente cis, heterosexual, blanco y sus medidas de gobierno tuvieron un avance formidable los primeros años. El partido pudo balancear los intereses capitalistas con la ideología más liberal, donde comandaba ante todo el feminismo blanco. Pero a medida que el capitalismo se hacía más grande, se imponía más y eso a muchas feministas no les gusto y alzaron su voz con demasiada fuerza, tanta que impresiono a los medios de prensa internacionales que inmortalizaron el momento como un día glorioso para el feminismo (blanco). Así que el presidente cis, blanco (hetero ya no porque para esas alturas se metía en secreto con su asesor de imagen) tuvo que escuchar, no le quedo otra y decidió darle atribuciones a un sector del partido el cual impuso como suma urgencia algunas leyes entre las que se decretaba la ilegalidad del trabajo sexual.
Aunque el trabajo sexual siguió funcionando, siempre clandestinamente (tan clandestinamente como este mundo hiperconectado a un solo ojo que todo lo ve, lo permite) Abarrotado de prejuicios morales que pesan mucho. Además, el tema se trataba en la mesa como si en el fondo no existiese. Se negaba, se ocultaba, se criminalizaba, invisibilizaba y al final, el sólo hecho de pensar en contratar servicios sexuales de una prostituta era motivo suficiente para sentirse como una horrible persona que merece todos los males del infierno.-
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