jueves, 22 de octubre de 2020

100 discos para mis treinta: #62 The Blodhound Gang – Horray for Boobies (1999)


 

¡Qué hace este disco acá! En tiempos donde este tipo de letras serían condenadas ampliamente por una inquebrantable y omnipresente corrección política. Pues bueno, yo reivindico este trabajo…más o menos. Al igual que como paso con el disco de Alient Ant Farm, mis razones para apreciar este LP no son solamente musicales, hay un trasfondo que me marcó, pero de todos modos me gustaría ser incorrectamente político y mandar un rato a todxs al carajo.

Yo sí quiero ese MTV

 


Blodhound Gang su solo nombre ya es un chiste. Oriundos de Pensylvania y nacidos como un cruce indefinido entre banda de rock alternativa y equipo de comediantes en crudo, este grupo vio la luz del éxito en 1999 cuando lanzaron este simpático disco. Antes de eso eran una pandilla de adolescentes que por medio de letras escatológicas, pueriles y fundamentalmente sexistas dieron paso a una especie de estilo que sería la piedra angular de bandas futuras como la jocosa The Lonely island.

No sé mucho donde está el mérito de este grupo, sobre todo porque antes de este disco su música era bastante plana, monótona, pero repleta de letras ridículas que explotaban el humor que a los yankees más les gusta: el exagerado y obvio. Antes de romperla por el mundo con su tema “The Bad touch”, la banda había conseguido mayor notoriedad en las radios de su país por medio de la canción “Fire Water Burn”, todo un himno del universitario yankee pajero, esto los hizo firmar con el sello Interscope y muy pronto tener mayor difusión por el mundo, siendo por un tiempo los consentida de MTV, pasando sus videos con bastante rotación (para no ser una banda tan conocida)  y haciendo aparición estelar en un programa ideal para ellos, Jackas, con Jhonny Knoxville. A ese nivel estamos hablando.


 

En ese momento yo tenía 10 años y descubría un MTV que por suerte conservaba mucha esencia de su aura noventera. Me encantaba la onda cínica, alternativa y media rebelde que MTV vendía por esos años, caricaturas como Daria o Celebruty Deatmach eran algo que me parecía muy único del canal y que traspasaban bastante bien la esencia y el mensaje del mismo, y la rotación de videos musicales era mucho mayor que simplemente repetir los hits radiales. Tal vez estoy romantizando una época de un canal que en los siguientes años empezaría a virar más y más a una cultura conformista en todo sentido. Yo no conocí el MTV del apogeo del grunge o brit rock, pero estuve justo en la última etapa noventera del canal, ese donde se permitía jugar más con la autoparodia y la irreverencia, por lo mismo videoclips como los de Eminem o Blink 182 (muy políticamente incorrectos) tenían bastante resonancia, pues estaban en total concordancia con la idea de imagen que MTV tenía en ese momento.

Y ahí estaba yo, aún niño, pero bastante deseoso de dejar de serlo (las estupideces que uno quiere) y en la búsqueda de una identidad esa marca cínica y a ratos explosiva de MTV me interpelaba mucho, recuerdo programas como el show de Tom Green cuyo humor absurdo empezaba a darme las primeras señas de una personalidad irreverente, pero sin sentido. Y justamente entre un videoclip de la banda de rock Genitallica (que sería como una copia latina de estos Blodhound gang) me pude deleitar con un video tan ridículo y sin sentido que viéndolo hoy en día es simplemente un ancestro perdido de los memes: “Mope” de un grupo cuyo nombre no pude retener, pero sí recordaba casi con detalle cada disparate que el video mostraba, desde un desfile de personajes variopintos a una aparición inesperada de un pacman drogadicto, la premisa era simple, todo podía pasar. 


 

Después de eso le conté en el colegio a mis compañeros que la noche anterior había visto en MTV un video de una banda rara de rock, y como nadie la reconoció me pasó lo que tantas veces en la vida me pasa cuando creo que descubro el hilo negro: Me siento genial de haber descubierto un grupo musical tan bueno y al mismo tiempo tan extraño.

Recuerdo que me afane en volver a encontrar a ese grupo, cada vez que podía sintonizaba MTV y me bancaba algunos programas que no me gustaban mucho sólo por esperar la tanda de videoclips y ver si aparecía ese video que tanto me había deleitado en ridiculeces. Pero no pasaba nada, hasta que un par de meses después, en otro canal televisivo que pasaban videos musicales, pude ver el majestuoso video de “The bad touch” y aunque no reconocía bien a los miembros del grupo sí podía saber que se trataba de ellos, un montón de tipos disfrazados de mono haciendo alusión a tener sexo y sellando todo con un baile pelotudo, sí tenían que ser ellos y así fue como no olvide su nombre, The Blodhound Gang. Admito que mi interés por ellos creció bastante, más que nada porque me encantaban sus videos musicales, además de que cada vez se hacían un poco más populares y se convirtieron por unos momentos casi en una banda de culto por una porción de niñxs y adolescentes con mentalidad de juerguistas.

Yo mucho no entendía de qué iba todo, me gustaba su música, sí, no era mala, pero me gustaban mucho más sus videos, me mataban de la risa y siempre que los pasaban en MTV u otro canal musical era una parada obligada. 

De las letras mucho no entendía, sabía que The Bad touch hacía referencia a tener sexo como los animales del Discovery Chanel y esa frase me parecía tan jocosa como irreverente, Blodhound Gang eran irreverencia pura…para un niño de diez años como lo era yo en ese entonces, pero de todos modos me ayudo a construir cierto sentido del humor que perfiló mi personalidad por varios años y eso es quizás lo que hizo que mantuviese a esta banda entre mis favoritos por muchos años. Mucho después, más entrada mi pubertad me compre el disco “Hooray for Boobies” (Hurra por las tetas, uh, vamos es como el American Pie de la música) y aunque me decepciono su artbook (o la edición que compre tenía un artbook muy escaso) también me di cuenta que la banda era más desopilante y ridícula de lo que prometían y que su disco a fin de cuentas sí conseguía ser una verdadera joya un poco ignorada con el tiempo, no sé si con justa razón o no, pero por ese golpe que le dieron a mi infancia y primeros años de juventud es que no dejaron de sonar en mi cabeza. Al madurar y escuchar otras cosas, Blodhound Gang quedaron como un recuerdo infantil, eventualmente investigué que pasó con ellos después de este exitoso disco y aunque siguieron produciendo música era obvio que su golpe de suerte ya había pasado y creo que hasta ellos mismos estaban conscientes de ello y bueno en realidad ya todo había cambiado y MTV ya no era lo que fue, pero nadie es lo que fue, creo.

Prepárense para LA PELOTUDEZ


 

Realmente se tiene que tener un estado mental muy dispuesto para escuchar “Horray For Boobies” disco que a pesar de su declarado tono burlón, le trajo excelentes dividendos a la banda liderada por Jimmy Pop, una especie de comediante en ciernes que se inclinó por el mundo de la música. El disco - que consiguió mayor éxito en Europa en todo caso, especialmente en Alemania - fue alabado en su momento por la crítica que los exponía como una mezcla bizarra entre Radiohead y Frank Zappa, muy grande les quedaba el poncho, pero simplemente con eso querían resaltar que Blodhound Gang pese a la primera impresión que todxs nos podíamos llevar con sus videoclips, eran realmente una banda con mucho potencial tanto creativo como humorístico.

En lo musical el disco oscila entre varios estilos, pero hay una inclinación bastante marcada por el sonido de unas guitarras bastante punkys e incluso hard rock en algunas ocasiones, así lo augura la machacadora “I hope you Die” tema que da cuenta de un giro mucho más intenso que lo que venían haciendo en sus anteriores discos, acá el rapeo de Jimmy Pop se viste con una especie de Nu-metal bastante predecible, aunque los quiebres y por supuesto las letras absurdas hacen que la canción suene mejor de lo que realmente es.

Esta fórmula de una base de rock pesado mezclado con rapeos insulsos que no pueden ser tomados muy en serio se repiten con mayor soltura en “Three Point One Four” tema antecedido por una intro en donde Jimmy Pop graba una llamada a su madre en donde de forma bastante random le pregunta que otros nombres puede usar para denominar a la vagina, ja-ja, el sketch perfecto para Jackas. Increíblemente la canción funciona mucho mejor que la broma y consigue ser un tema tan potente como cualquiera de los single que lanzaron, con un clímax genial en todo sentido con ese falsete que grita VAGINA con bastante efusión, me llega a las lágrimas.


 

“The Ballad of Chasey Lain” y “Along Comes Mary” le dan vida al costado más punky de la banda, la primera una oda dedicada a la actriz porno del mismo nombre, se cubre de riffs que recuerdan en algo los trabajos más calmados de Bad Religion, mientras que “Along come Mary” es un sorprendente cover en clave punk rock al grupo de pop playero de los sesenta The Association's. Una elección bastante extraña para versionar, sin embargo, no queda nada mal y hasta parece ser totalmente original de la banda de Pensylvania.

Puedo parecer muy indulgente con una fórmula de canciones sin mucha vuelta, pero el disco realmente tiene momentos destacables como la canción que me hipnotizó en una primera instancia “Mope”. Un tema construido a puro sample, desde el principal de la canción “Amadeus” del rapero austriaco de los ochentas Falco (incluso la intro de la canción hace mofa de esto) pasando por una conocida canción de Metallica para luego darle cabida al emblemático tema LGTBQ+ “Relax” (supongo, en este caso, como un refuerzo al chiste)  y una sección bizarra de Pacman invitándonos a consumir crack, el tema me parece de algún modo un buen homenaje al espíritu de los Beasty Boys. Ah y al final del tema se escucha la voz del Homero Simpson yankee diciendo “Holy Macaroni” vamos es un meme en forma de canción (y también videoclip) toda una maravilla.


 

Mismo impacto consiguen canciones como “The Inevitable Return of the Great White Dope” (usada en el soundtrack de la paródica Scary Movie) un tema divertido, orientado por el papel de la tornamesa, pero dueña de un sonido bastante peculiar. “Yumi Down on This” se retuerce en el mejor nu metal de la generación de Limp Bizkit mientras que “Magna cum nada” tiene un estilo más cercano a la parte hardcore de Cypres Hill con ciertos toques electrónicos que pueden recordar incluso a la música Industrial. Pero hay lugar para sorpresas como la animada “Take The Long Way Home” una de las mejores del disco y quizás la más original en su sonido.


 

En definitiva el disco es un súmmum de estilos que ya a finales de los noventa empezaban a palidecer frente al mainstream, y quizás esa es la gran calidad que presenta este trabajo, supo leer un contexto determinado para producir una música que tenía mucho sentido en su momento. Pero tampoco es un disco perfecto, dejando de lado las letras ridículas (que a veces consiguen rozar la critica a las instituciones sociales y religiosas como en “Hell Yeah” una pieza post grunge en donde Jimmy canta que es lo que haría si tuviese el poder del Dios que veneran la gente católica) hay canciones que realmente sobran tanto por su monotonía como por su extremada ridiculez, como la poco sofisticada “Right Turn Clyde” que incluye una deslucida referencia al “Another Brick in the Wall” o la de completo espíritu White trash “A Lap Dance Is So Much Better When The Stripper Is Crying” que resulta aburrida muy rápidamente y se basa más en una especie de spoken Word, pero sin mucha atributo. Y ya que estamos hay que mencionar que pese a su pegajoso sonido eurodance noventero, “The bad touch” ha envejecido muy mal y a aunque fue el single que los catapultó a la fama también tuvo un efecto rebote bastante devastador sobre el grupo quienes nunca pudieron reponerse de aquel éxito convirtiéndose en una de esas bandas one hit wonder de la nostalgia. Como dato curioso yo recuerdo haber escuchado en la pagina web del grupo, por ahí en el lejano 2001, una versión remix más metalera de esta canción que habían producido para la WWF, hasta ahora no he podido volver a encontrar ese tema.

Un disco que no es el apogeo de nada, pero que realmente yo aprecio porque pegó en una época de descubrimiento esencial en mi vida y a pesar de todo cuando lo escucho a veces me sigue causando lo que supongo fue la razón de su producción: pasar un buen rato, divertirse y que os den por el culo.-

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