En esta lista ya he reseñado algunos discos oscuros dentro del mundo del jazz y el rock que son de mi completo agrado, pero ahora nos toca realizar la primera parada densa y vertiginosa, créanme que esta música no es para nada una buena idea escucharla drogado. Soused es un trabajo extraño y algo difícil de digerir para quienes no gustan de la música un poco más experimental, pero créanme que como gran parte de los trabajos en esta lista, es una experiencia completamente imperdible.
Los condimentos esenciales para un caldo que se cocina lento
Este es uno de esos discos hiper valorados por un sector de melomanxs que aman las colaboraciones inusuales, y aunque esta combinación a fin de cuentas no resulta tan descabellada, es evidente que en un primer momento es imposible no levantar las cejas. Scott Walker es un cantante de origen Británico que tuvo sus años mozos durante los 60’ primero con su grupo de pop The Walkers Brothers y luego como solista proponiendo en las radios de ese tiempo el llamado pop barroco que The Beatles ya había producido con éxito en su colorido disco del Sargiento Pimienta. Sí, eran otros tiempos e incluso el pop más radial se permitía ciertas experimentaciones sonoras.
Siendo uno de los referentes del gran David Bowie, era obvio que la música de Walker seguiría evolucionando hacía un terreno mucho más experimental y vanguardista, durante mediados de los ochenta el cantante reinventó su estilo realizando un singular híbrido entre canciones que explotaban sonidos tétricos y melodías cándidas a cargo de su canto barítono. El resultado fue bastante singular y The Guardian definió esta etapa de su carrera como una mezcla entre alguna composición de Stockhausen y el canto crooner de Andy Williams.
Scott Walker mantuvo su línea artística dentro de ese campo y no volvió más a interesarse por el pop o el rock más tradicional, tampoco le intereso enganchar con las modas actuales, hasta el año de su muerte en 2019 lo suyo se mantuvo por el camino de la experimentación y aunque mucha gente lo recuerda por clásicos como “The Sun Ain't Gonna Shine Anymore” la mayoría suele ignorar sus trabajos más osados.
Por su parte Sun O))) es una banda un tanto compleja de simplificar en su estilo y formula. Escribí sobre ellos hace algunos años en esta entrada que puedes revisar acá. A grandes rasgos se trata de un dúo que desarma y deconstruye el sonido del drone-doom que grupos como Melvins o Goatsnake venían ensayando a su manera. La característica de Sun O))) reside en alargar las notas que tocan en su guitarra por muchos minutos, dejando que el reverb haga su magia, inundando todo el espacio en una distorsión casi escalofriante, es como si los músicos se dedicasen a quitar los pliegues de un cuerpo imperfecto hasta exponerlo completamente, dejándolo desnudo. Realmente creo que Sun O))) no es una banda que pueda convencer a mucha gente, hace mucho que no escucho alguno de sus discos más “puristas” ya que esas ondas y vibraciones de sonido terminan haciendo que me duela un poco la cabeza y créanme que esto no es porque sea mala música, es porque uno de los efectos de esta banda es que te mareen.
La banda se originó en 1998 cuando Stepehn O´Malley y Greg Anderson, dos viejos amigos que por fuera de sus proyectos principales deciden retomar una vieja idea que tuvieron cuando comenzaron sus carreras musicales: Crear una banda que propicie ambientes oscuros, depresivos y angustiantes mediante el uso de la guitarra y múltiples pedaleras en acción cruzada. De esta forma ambos músicos y productores comenzaron con Sun O))) una prolífica carrera dentro de la escena underground que se mantiene hasta el día de hoy, de hecho ya podríamos decir que Sun O))) se ha terminado convirtiendo en el proyecto principal de O´Malley y Anderson.
Sun O))) ya ha realizado discos colaborativos con artistas como la banda japonesa Boris o la intrincada banda inglesa de electrónica noise Nurse With Wound ¿cómo se concretó el encuentro con Walker? Bueno, primero que todo ya podemos notar que no venían de mundos muy distintos, pues tanto Sun O))) como Walker son criaturas de la escena avant-garde. O´Malley contacto en 2011 a Walker para realizar una contribución vocal en el disco “Monoliths & Dimensions” (considerado uno de los mejores trabajos del dúo) y aunque Walker la agrado la idea no pudo concretar nada por compromisos previos. Sin embargo, al año siguiente Walker se acercó a la banda para pedir que colaborasen en su disco “Bish Bosch” ya que para él el sonido filoso y envolvente del droone le llamó la atención para, según sus palabras, llenar los silencios que se producían entre frase y frase que entonaba.
Este acercamiento no termino allí y pronto Walker, queriendo experimentar más en el sonido del drone le envió a Sun O))) una serie de composiciones sin letra y realizadas con sintetizador para que la banda las reinventase en su estilo. Todo se concretó en la grabación de Soused, disco que Walker originalmente quería llamar “Purr” que es la manera que en Francia se describe el ronroneo de un gato, esto en referencia al sonido activo y vibrante de Sun O))), pero O´Malley le sugirió cambiarlo ya que la gente interpretaría ese nombre como algo muy lindo, por lo que le propuso llamar al disco Soused que significa estar sumergido en el agua, una experiencia mucho más cercana a la música que se transmite. Es así como se cocinó este caldo retumbante.
Ondas circulares y cantos espectrales
Si escuchar a Sun O))) por si solo es medio visceral, este trabajo lleva esa experiencia a la infinita ponencia. Ya en el single “Lullaby” podemos sentir una vibra extraña, inquietante y sobre todo acechante, haciendo que el disco se convierta en una experiencia de constante suspenso para quien la escucha y por momentos completamente terrorífica. Y es que el dramatismo en el canto de Walker, sumado a los reverb, ecos, delay y demás técnicas a la que O´ Malley y Anderson utilizan para orquestar las canciones de este disco, sumado al vibrato a ratos solemne y a ratos desgarrador de Walker, hacen que realmente una profunda escucha nos sumerja en pura oscuridad.
Este disco la verdad que no tiene matices muy luminosos, es denso de principio a fin “Brando” arranca con el amague de notas pulcras, pero como un latigazo rápidamente la canción torna en un estilo propio de Sun O))) lleno de reverb y riff de black metal que van haciendo crecer el tema como si se tratase de una pesadilla que Walker describe, para mí este disco representa muy bien el horror de una parálisis de sueño. Los casi nueve minutos que dura la canción varía entre notas de guitarra que se alargan y crecen hasta convertirse en una monstruosa capa de ruidos que en ningún momento se antepone al vozarron de Walker.
Aunque las interpretaciones de Sun O))) se ajustan a su estilo catártico y cavernoso, se puede notar y celebrar que es Walker quien desarrollo el grueso de las composiciones encargándose de la labor de producción y batería programada, además de incluir a un selecto grupo de colaboradores como Guy Barker quien toca una diabólica trompeta en la bíblica “Herod 2014” siendo un tema donde más podemos notar el trabajo de equipo: La profunda, melancólica y estremecedora voz de Walker confluye con los sonidos densos de O’Malley y Anderson quienes consiguen además retroalimentar las composiciones en armonía con las orquestaciones y efectos de sus guitarras, sintetizadores y pedaleras.
“Bull” arranca con fuerza, es una canción estremecedora que puede por el canto de Walker recordar las canciones más oscuras del Duque Blanco, pero inmediatamente ese sonido sólido, demoledor y escalofriante del dúo de drone hace que el tema sea único en su clase. “Bull” es sin duda mi tema favorito por esos quiebres estruendosos y algo apocalípticos que de pronto aparecen. Te agarra totalmente desprevenido, definitivamente este disco es una montaña rusa mezclada con la mansión del horror.
“Fetish” es un poco más cinematográfica, si podemos atribuir esa etiqueta. Una canción algo más pausada en su estilo demoledor, pero irritante en el buen sentido de la palabra, es decir, te mantiene al filo de las emociones, no sólo por los ruidos con los que está construida sino también por la extraña letra que mezcla obsesiones sexuales infantiles. Y finalmente la mencionada “Lullaby” es quizás el mejor botón de muestra de lo que podemos encontrar en este disco: Terror, ansiedad, angustia y una constante sensación de desamparo.
Para muchxs este es uno de los mejores trabajos de Walker quien (en ese momento) a sus 70 años seguía rompiendo sus propios esquemas. A pesar de que este trabajo se hermana demasiado con “Bish Bosh” tiene sus propios méritos gracias a la correcta y escalofriante interpretación de Sun O))) a las composiciones del británico. Es un trabajo demoledor, no apto para escuchar seguido, en realidad es uno de esos discos que se deberían escuchar una o dos veces al año, pero prestándole toda la atención del mundo y descubriendo así más y más detalles de una producción monumental que sólo los pesos pesados de la música experimental saben otorgar.-
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